viernes, 20 de mayo de 2011

Relato urbano.

  • Que molesta historia esta; de la oscuridad, nada tibio, solo el sombrío futuro, el irreconocible tiempo después de la luz magnifica que viene de arriba, como disfruto de esta caminata interminable donde descubro olores, donde siento en mi paladar, los distintos matices del sabor, esto de ser  supone la diferencia entre el estar despierto y diferenciar,  lo luminoso del tiempo y la penumbra en la que soy frágil, vulnerable, susceptible de ser tomado por las fauces de la bestia, la que acecha a cada paso en el brillo y la que no descubro cuando este termina.
  • En imágenes recurrentes, imagino cuando soy el de la cima, el que más ruge, el incansable que corre veloz, el que duerme bajo la lluvia sin desaparecer después de unos brillos, aquel que su sola presencia genere espanto, y me pregunto cuando estaré lleno de pelos o cuando crecerán mis cuernos o mi cola.  Me revuelco durante muchas penumbras mientras llega el abrigo , golpeo fuerte mi cabeza contra las rocas tratando de descubrir ese algo, que me dará la diferencia, aquello  exorcizara las profusas figuras nocturnas que visitan mis hoyos, el ingrediente faltante que me haría el amo de las luces de la penumbra, después de muchas oscuras compañías he desistido de la historia de ser grande y me acurruco en cualquier espacio a esperar que de nuevo venga la luz solo que ya siento a la bestia ya no sorprende no sé cómo pero antes de llegar yo ya lo sé .
  • Presencie lo más maravilloso el brillo bajo con luces, de todos los colores y una estampida de bestias se escucho venir de arriba y en medio del agua las luces crearon calor las bestias de la tierra corrían mientras las de arriba las espantaban con sus gritos no salía de mi asombro hasta que este calor se hizo insoportable y yo fui como las bestias que corrían y buscaban y sus ojos llenos de terror y los míos llenos de preguntas, después de esto ya no fui más débil descubrí mil preguntas mas aunque ni una sola respuesta, pero seguí creando preguntas y la oscuridad no dejaba de ser fría pero mis imágenes cada vez eran más claras aunque el medio fuera profuso yo veía imágenes más claras, al final nunca se me lleno de pelos el resto del cuerpo, ni pude tener cola , ni cuernos para defenderme, solo sé que un dia en medio de una estampida de bestias de arriba me arriesgue y robe un poco de su calor y lo mantuve vivo mientras pude lo alimente con lo que él deseaba ser satisfecho y así casé al hijo de las bestias de arriba, el que era capaz de vencer la penumbra y acaloraba mis hoyos y en cada estampida yo trataba de robar su brillantez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario