Enmudecer al miedo y su voz
milenaria, robarle su espada
tracia con la que atraviesa
bondades, y hace gaseoso el
impetu.
Desmontar el andamio, el culto,
su puesta en escena, la dramaturgia
de su llanto, la ferocidad de sus fauces
que engulle sigotos de poetas, atisona
guerras y entrona dictadores.
milenaria, robarle su espada
tracia con la que atraviesa
bondades, y hace gaseoso el
impetu.
Desmontar el andamio, el culto,
su puesta en escena, la dramaturgia
de su llanto, la ferocidad de sus fauces
que engulle sigotos de poetas, atisona
guerras y entrona dictadores.
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